Usuario:Cadejos51

Nací en la mitad del siglo XX en un pueblo de fuerte actividad industrial de fabricación de alfombras de esparto y diferentes actividades artesanales de útiles para la agricultura. El paisaje de mi niñez estaba formado por lo nis esparteros arrancando el esparto en las solanas, los hiladores en la orilla del río, el sonido de los mazos golpeando el esparto cocido en las balsas que periódicamente contaminan el río y los almacenes de alfombras con sus entradas y salidas de las trabajadoras. Mi primera labor fue pelar los cadejos de esparto y hojas de maíz (perifollas) que hacía mi madre en casa para ayudar la precaria economía de una joven pareja con varios hijos pequeños. Después comenzaría a hacer mis primeros cadejos. Mis ojos se llenaron de imágenes en mi barrio de cosedores de piezas para alfombras en unos bancos que favorecían la rapidez de cosido con agujas y almaradas. Mi mundo infantil y juvenil estaba rodeado de objetos de esparto: cuerdas, capazos, cestos, seras, esparteñas, serones, aparejos de mulos y asnos, baleos, felpudos, etc. Conforme pasaron los años fue disminuyendo la presencia de la actividad espartera hasta reducirse a un mínimo y reconvertirse en industria de pita, sisal, etc. Ahora, pasados los 70 he vuelto al esparto, a aprender a elaborar guitas, recinchos y pleitas para forrar damajuanas, fabricar unas esparteñas y descubrir la riqueza del contacto humano, recordar experiencias y mantener la mente y las manos ágiles.